Especialmente
sugerente es la orografía de esta población. Situada en la
ladera sur de un domo cretácico cortado en dos por el río
Fuentepinilla, que a pocos metros desemboca junto a un antiguo puente sobre
el Duero. Sólo quedan en lo alto del cerro sobre la población
los restos de los cimientos en mampostería
de una fortificación de forma rectangular de 25 metros de lado, que
según Clemente
Sáenz y Florentino Zamora debió tener una torre
en la esquina NO y un aljibe
en el opuesto. En este cerro debió estar el llamado Castro de Andaluz
utilizado hasta el siglo XI y citado por Grimaldo.
Es
de suponer que fuera este enclave especialmente importante en la frontera
del Duero durante la reconquista por su posición estratégica
sobre el puente del Duero y el estrecho portillo que guarda. Dice la tradición
que por este portillo, y posiblemente por el mismo puente, tuvo que pasar
derrotado Almanzor con los restos de su tropa después de la batalla
de Calatañazor
camino de Medinaceli.
Es casi seguro, aunque no quede reflejado en las crónicas, que
por el año 1060 Andaluz ya se encontrara en manos cristianas, gracias
a la ocupación de la zona en la expedición de Fernando I.
Por otro lado, esta población recibió en 1089 un importante
fuero real de la mano de Alfonso VI, del que aún se conserva una
copia en romance. El topónimo de Andaluz podría ser indicio
de repoblaciones mozárabes.
Tiene
Andaluz una iglesia del primer románico soriano en origen, la de
San Miguel, con galería porticada acodada de época posterior,
original temática figurativa, animal y escenas de cacería,
y que es la más abundante en estelas medievales de la provincia.
Existe una escueta inscripción en la portada en letra mozárabe
del que se supone maestro constructor de la iglesia, un tal Ansur Piranus
(Pirón, Pedrero o Cantero según Guillermo
García), junto a la fecha de 1114.
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