![]() El nombre de Almazán, el fortificado, nos habla ya de su origen, siendo Abderramán III el fundador de la población y fortificación original, fechada por Blas Taracena en 1088. Siendo destruida y abandonada por los árabes, es en 1098 cuando Alfonso VI reconquista la plaza e inicia una repoblación de forma permanente. En 1121 pasará a depender del Obispado de Sigüenza. A partir de estas fechas adquiere gran importancia en la línea defensiva de las fronteras castellano-aragonesas, y así se tiene noticias de su fortificación por el rey aragonés Alfonso I el Batallador en 1128, al refugiarse en Almazán ante el empuje de Alfonso VII de Castilla. Es Alfonso I el que, habiendo considerado siempre de su propiedad esta parte de la ballesta del Duero, la rebautiza con el nombre de Placencia, nombre que no tuvo demasiado arraigo.
Siguen los enfrentamientos entre aragoneses y castellanos en 1288, en esta ocasión entre Sancho el Bravo de Castilla y Pedro de Aragón, creando guarnición el primero en Almazán para controlar los movimientos del aragonés que desde Montuenga está preparando su entrada en Castilla. En 1296 los Cerda toman Almazán, Serón, Soria, Osma y Deza, e instalan en Almazán una corte rebelde donde Alfonso de la Cerda, el mayor de los hermanos aragoneses, se hará fuerte, no siendo devuelta a los castellanos hasta 1305 a pesar de los esfuerzos diplomáticos de éstos. Este periodo empobrece de tal manera la villa que en 1302 y 1305 recibe privilegios reales para mejorar su situación. En 1359 forma corte y cuartel general Pedro I el Cruel de Castilla, en repuesta a las hostilidades de la frontera con Aragón promovidas por sus hermanastros, los Trastámara. Poco después la villa será entregada a Beltrand Duguesclin como pago por sus servicios a Enrique de Trastámara en la consecución del reino de Castilla por medio del fratricidio de Pedro I. En 1375 se firma el tratado entre Castilla y Aragón conocido como "la paz de Almazán". Ya en esta época la villa contaba con una importante judería, segunda en importancia de la provincia por detrás de Soria. Los Hurtado de Mendoza acceden al señorío de la villa en 1395 como pago de Enrique III por sus servicios, a cambio de Ágreda que se mostró hostil a esta entrega. Es en el siglo XV cuando el castillo es abandonado a favor del nuevo palacio de los Hurtado de Mendoza (actual palacio de los condes de Altamira), levantado por Pedro González de Mendoza, y modificado en el S.XVI por Francisco Hurtado de Mendoza, con una hermosa doble galería sobre el Duero.
En 1575 es elevado de señorío a condado, y en 1598 de nuevo acoge a un rey, en esta ocasión a Felipe II a su vuelta de Tarazona. Participa en la guerra de sucesión y es saqueada en 1707 por Felipe V, y de nuevo en 1810 por los franceses. En 1813 el general Durán derriba parte de las murallas que llegaban hasta el Cinto, completamente las del Sur y parte del Este y Oeste, con la pretensión de que no sirviera de fuerte para los franceses. Las puertas, sin embargo, son conservadas. De las fortificaciones de la villa se conservan algunos lienzos de la muralla con un cubo o torreón conocido como "Rollo de las Monjas" en el Noroeste, tres de las seis puertas que tuvo la villa del siglo XIII (la del Mercado al Sur, Herreros al Sureste y de la Villa cerca de la plaza) , más un postigo (el de San Miguel), y los restos del castillo en el Cinto. La muralla, realizada en grueso hormigón con revestimiento de tosca sillería presenta algunos restos de barbacana en el Oeste.
Especialmente interesante en la villa es la Iglesia de San Miguel, del siglo XII y rasgos cistercienses, anterior a las murallas actuales por tanto, dominando el Duero, con ábside inclinado y una cúpula octogonal con arcos de medio punto que dibujan una estrella de ocho puntas de origen mudéjar, que es lo más interesante de esta construcción, pese a las reconstrucciones posteriores de su linterna.
Muy importante para la comarca es la feria agrícola que se celebra anualmente. Entre las fiestas, destaca en septiembre La Bajada de Jesús, patrono de Almazán, que mueve multitud de fieles, y el Zarrón en mayo, con el baile del Milanazo y el Tío Zarrón, de claros orígenes paganos, cristianizado como la fiesta del patrón de los pastores, San Pascual Bailón.
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35 kilómetros de la capital, por la N-111 en dirección a Medinaceli.
30T 539180 4593364 |