El
Burgo de Osma y Osma, Villa y Ciudad, Catedral y Castillo. Y en el tiempo,
Uxama. Los orígenes del actual conjunto se remontan a la ciudad celtíbera de Uxama-Argelae. Una ciudad importante a juzgar por las citas de Plinio, Ptolomeo o el itinerario de Antonino. Se trataba de una ciudad políticamente independiente dentro del grupo de ciudades arévacas, donde los clanes ostentaban el poder. Situada en el Alto del Castro, entre los ríos Ucero y Abión, fue objetivo de las tropas romanas y forma parte del Imperio ya a partir del siglo II, siendo entonces reedificada. Taracena aporta una cronología del año 26 a.C. para la construcción del importante tramo de calzada, correspondiente a la número 27 del Itinerario de Antonino, entre entre Clunia (Peñalba de castro, Burgos) y Voluce (Calatañazor, Soria). Castigada por Roma por su apoyo a Sertorio en el año 70 a.C., llegaría a acuñar moneda de bronce. Goza de gran esplendor en el Alto Imperio Romano (S-I al III), época de la que data el conjunto de cisternas, tuberías y acueductos que las excavaciones arqueológicas, llevadas a cabo desde los años 70, han puesto al descubierto. El agua se hacía llegar desde el nacimiento del río Ucero, a unos 20Kms hacia el norte. Cerca de Ucero existe un tramo de esta galería de unos 100 metros visitable, que llaman la Cueva de la Zorra, con dos registros al estilo de los de Tiermes. Ya en el Bajo Imperio se cerca parte de la ciudad. Existe poca información de la época visigoda entre los siglos V y VII, salvo la aportada por enterramientos y la existencia de una diócesis anterior al S-VI. Los árabes tomaron la ciudad, llamándola Waxsima, y levantaron allí una atalaya de vigilancia, además de otras en los cerros próximos. Taracena, Sánchez Albornoz, Urbel y Moxó, y más recientemente Mario Huete han estudiado la importancia que tuvieron las antiguas arterias de comunicación romanas en la zona, preservadas en época medieval, para el avance y hostigamiento militar musulmán y cristiano durante la Reconquista. En la Baja Edad Media la población comienza a asentarse en Osoma, la actual Osma, abandonando la antigua Uxama y levantándose el castillo sobre el cerro contiguo (30T 493450 4603200). El castillo está realizado en mampostería y sillarejos, apreciándose la reutilización de sillares, columnas, cornisas y otros materiales de origen romano, especialmente en la llamada Torre del Agua, junto al río y el puente. Constaba de tres recintos amurallados de forma irregular siguiendo la forma del cerro sobre el que se asienta, estando la Torre del Agua situada en el más externo al norte. El recinto interior conserva bastante altura de sus lienzos y un acceso en el lado oeste que pudo ser con arco de herradura, al estilo de Gormaz, actualmente con enormes pérdidas de material. Insertadas en estos lienzos hay una gran torre del homenaje, de buena sillería en sus esquinas, y otra torre de la que arranca el segundo recinto, situadas en los dos extremos del lienzo este. Del segundo y tercer recintos, un poco más bajos en la ladera del cerro, apenas quedan restos. La Torre del Agua, junto al Ucero, formaba parte de este tercer recinto, proporcionando un medio seguro de obtener agua en los asedios y protegiendo el acceso por el puente sobre el Ucero. En el Corpus de castillos medievales de Castilla se hace mención a un origen musulmán de la fortificación y Mario Huete, de acuerdo con ello, considera que su origen pudo estar en una pequeña fortificación cristiana de principios del siglo X cuando el conde Gonzalo Téllez restauró la plaza. Tres atalayas rodean al castillo por el oeste (atalaya de Uxama, en el cerro de El Castro, 30T 492900 4603100), el sureste (atalaya de Lomero, 30T 494700 4602250) y el este (Valdenarro, 30T 495700 4603550). La atalaya de Uxama, recientemente reconstruida, se levanta sobre una antigua edificación romana, aprovechando parte de sus muros para la base. La mejor descripción de las atalayas nos la ofrece de nuevo Mario Huete. Para la de Uxama indica que consta de una ancha base de sillares irregularmente labrados y trabados con argamasa, con una anchura de 1,5 m.. Sobre él se eleva el segundo cuerpo, la atalaya propiamente dicha, construcción de sección anular de 6,15 m. de diámetro interno a base de sillar de pieza más pequeña regularmente labrado, trabado con argamasa y con un ancho de muro de 1,10 m. El acceso, que hoy se realiza por una escalera metálica, está situado elevado sobre el suelo, de forma habitual a otras atalayas. Es de las tres atalayas la que mejor disposición tiene para el control del valle y la calzada por el oeste.
La atalaya situada cerca del vértice Lomero, al sur del castillo y a más altura que la de Uxama, vigilaba los accesos desde el sur por el vado del Duero de Navapalos, el castillo de Gormaz y San Esteban de Gormaz. Realizada en mampostería y en buen estado de conservación, Huete indica unas medidas de 3,55 m. de diámetro interior con un muro de 1,10 m. y una altura conservada de unos 11 m., con marcas de los pisos a 5 y 8 m. El acceso, a la altura del primer piso, muestra en el dintel las marcas de las bisagras de la puerta. La tercera atalaya del conjunto defensivo se encuentra al este del castillo, en Valdenarro, en un punto elevado que vigilaría los accesos por la calzada que se dirige a Numancia, el valle del Abión, la cerrada hoz que crea antes de llegar a desembocar al Ucero y el área de influencia al norte de Gormaz. Las medidas que nos indica Huete son muy parecidas a las de el Lomero, de 3,65 m. de diámetro, 1,10 m. de altura y conserva 8 m. de altura con marcas para los pisos a 3,5 y 7 m. de altura. El acceso elevado muestra también las marcas de las bisagras de las puertas en el dintel. En el 912 se reconquista la ciudad por el Rey de León García, sufriendo numerosos asedios musulmanes durante los S.X y XI al estar situado en uno de los lugares estratégicos de la frontera del Duero. En 1011 es cedida por Soleyman al conde Sancho García en pago por sus servicios, siendo en 1088 cuando Alfonso VI inicia definitivamente su repoblación. Posteriormente, a finales del S. XII, el obispo Pedro de Burges, San Pedro de Osma, levanta un templo catedralicio en un arrabal de la ciudad, propiciando el nacimiento de un burgo en torno a la catedral y dando lugar a lo que hoy conocemos como El Burgo de Osma y que contó también con un recinto amurallado construido por el obispo Pedro de Montoya en el S. XV. Son el obispado y la catedral los que labrarán la historia posterior de esta villa hasta nuestros días.
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Imágenes
de Osma del Archivo
Carrascosa: |
N-122 a 56 Kms de
la capital.
30T 493285
4603397 El Burgo de Osma |