En
realidad no está constatada la existencia de ninguna fortificación
en la población de Señuela, pero sólo tienes que acercarte
por este lugar para darte cuenta de que sería el ideal para levantar
un castillete de vigilancia. La relativa altura de Señuela,
1069m, ofrece una amplia vista sobre los campos de Almazán,
que queda al noroeste. Por otro lado, se encuentra próxima a fortificaciones
a las que pudiera servir de avanzada de señales, como Morón
de Almazán (a escasos cuatro kilómetros) o Puebla
de Eca. Topónimos cercanos apuntan también en esta dirección,
como el paraje de Torre de los Cochos, Portillo Rivas Altas (paso natural
de la vía ferroviaria y la carretera a Taroda) o, algo más
alejado, el Alto de las Atalayuelas.
La base
del campanario de la iglesia parroquial de la población, dedicada
a Santo Domingo de Silos, 
presenta
una estructura que podría encajar dentro de este contexto como
un sistema defensivo formado por una torre
aislada o pequeño castillete. Se muestra exenta respecto al muro
adosado y se aprecia claramente las distintas etapas constructivas, rematada
por el campanario y una serie de almenas
decorativas relativamente recientes.
Presumiblemente existieron en el alto de Señuela asentamientos seminómadas en época tan remota como el neolítico bronce, tercer o cuarto milenio a. de C. en la provincia. Por su parte Madoz no hace referencia alguna a la existencia de una fortificación, aunque nos habla de una buena fuente y de la iglesia parroquial de Santo Domingo de Silos, con elementos góticos y armas de los Mendoza según las hermanas Goig. Se sabe de la permanencia de una población hebrea, cosa por otro lado habitual en el sur de la provincia (Arcos de Jalón), que junto con las de Morón de Almazán y Puebla de Eca realizaron peticiones sobre el derecho de cobro de deudas tras el decreto de expulsión de 1492.
