No
es mucha la información obtenida sobre los restos de esta fortificación,
que en la población llaman castillo de los moros, localizada en el
valle del Arroyo de la Fuente, sobre un empinado cerro en las laderas del
Moedo (de 1151m) y su monte. El aspecto general es el de un pequeño
castillete con una doble barrera
y de la que apenas queda un minúsculo lienzo
en pie terminado en maciza curva, que bien pudiera ser una de las puertas
de acceso, y blancos cascotes amontonados formando grupos de difícil
identificación. Se supone elemento de vigilancia entre los castillos
de Monteagudo
de las Vicarías y una posible atalaya
ubicada en Señuela.
Según
publicó Ángel Almazán en Revista
de Soria (nº9, p.20), fue ésta una antigua villa medieval
de los Sotomayor, originarios del valle de Deza, Pontevedra. Su toponimia
así parece demostrarlo al aparecer como Echa y Eqa
en 1587. Es en esta misma fecha cuando es entregada a Juan Hurtado de
Mendoza. Se supone repoblada por Pablo Méndes Sorred, de los Sotomayor,
aunque documentalmente sólo se tiene constancia de que en 1205
Ruy Páez de Sotomayor era su propietario.
La población
tuvo una importante aljama hebrea dependiente de la de Almazán.
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