Pequeña
aldea, de escasos siete habitantes censados, donde encontraremos de nuevo
una iglesia fortificada, de origen románico con elementos góticos
dedicada a Nuestra Señora la Blanca, utilizando como cabecera una
torre
de defensa realizada en mampostería
de tapial,
y que Ángel Lorenzo Celorrio (Revista
de Soria, nº11 invierno 1995, pg29-36) estima de origen árabe,
del siglo X, al estilo de las demás torres de defensa de origen beréber
del valle del Rituerto, como la magnífica de Noviercas
y las de Castellanos,
La Pica, Aldealpozo,
Masegoso,
Hinojosa
del Campo, Villanueva
de Zamajón, las próximas de Trébago,
Matalebreras,
Torretartajo,
Aldeaseñor,
Castil de Tierra,
Almenar, Valdegeña
y quizá Almazul.
El acceso a la torre, a la que le falta gran parte del muro sur, se encuentra
situado en la nave de la iglesia.
Madoz
no hace ninguna referencia a la torre, aunque sí a la iglesia que
dice estar servida por un cura y un sacristán. Contaba entonces
la localidad, mediados del siglo XIX, con 20 casas y 10 alumnos en su
escuela.
|