En
Trébago encontraremos otro ejemplo de una torre
adosada a una iglesia, como la de Montenegro
de Agreda, en este caso a la iglesia gótica de Ntra. Sra. de
la Asunción, a la que hizo las funciones de campanario. Pertenece
esta torre al grupo de asentamientos fortificados en granjas de la Marca
Media en la cuenca del Rituerto, formado por las torres de Noviercas,
La Pica, Masegoso,
Magaña,
Almenar, Matalebreras,
Aldealpozo,
Aldeaseñor,
Castellanos
y quizá Castil
de Tierra, Moñux
y Almazul,
aunque no todas han podido disfrutar de una restauración como la
que recibió Trébago en 1994. Se puede por tanto catalogar
como una torre de defensa beréber, del siglo IX al XI, como así
evidencian las características típicas de este tipo de construcciones:
la planta cuadrada o casi cuadrada, su gran altura en forma ligeramente
troncopiramidal, el acceso por el primer piso y la fábrica de fuerte
sillarejo
levantado como si se tratara de tapial.
Madoz
dice refiriendose a esta población que inmediato al templo hay
un antiguo torreón, hermoso y sólido, con 50 varas
de altura.
Aparecen
indicios de asentamientos celtas y romanos. De la población destacar
las numerosas leyendas de brujería, templarios y gigantes que se
cuentan por la zona, y el curioso baile de Trébago que danzan sólo
los hombres el día anterior a la fiesta de la Virgen del Río
Manzano, que tiene dedicada una ermita.
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